Atrapado en redes de pesca, Quinas fue rescatado, rehabilitado y liberado de nuevo a su hogar oceánico

Esta es la historia de Quinas, una tortuga laúd que quedó atrapada en redes de pesca frente a la costa de Lagos. Llevado al centro de rescate animal Porto d'Abrigo de Zoomarine para recuperarse, Quinas ahora está de vuelta en el océano y envía información valiosa a través de seguimiento por satélite. Los machos de tortuga laúd son animales solitarios que nunca dejan el océano y hasta ahora la mayor parte de la información de seguimiento ha sido de hembras. Se espera que Quinas ayude a nuestra comprensión de los machos de tortuga laúd.

Con una rica historia de aventuras marítimas y descubrimientos, es adecuado que fuera desde la costa sur de Portugal, cerca de Lagos, que Quinas, una tortuga laúd macho de 300 kg, fue liberado de nuevo en el océano, libre para emprender un nuevo viaje de descubrimiento. No un viaje de descubrimiento para Quinas, simplemente regresaba a casa después de un receso de 49 días, pero para nosotros los humanos, una oportunidad para seguir su camino mientras nada hacia el sur y una oportunidad para descubrir más sobre estas impresionantes pero vulnerables criaturas.

Quinas (nombrado por los 5 puntos de la bandera nacional de Portugal) tiene suerte y mala suerte. Tiene suerte de haber alcanzado la edad adulta. Solo alrededor de 1 de cada 1000 huevos de tortuga marina llegan a la edad adulta. Pero una vez que lo hacen, hay pocas criaturas que afecten a las tortugas marinas. Excepto los humanos. Las acciones humanas han provocado la disminución de los números de la población de tortugas marinas. Las tortugas quedan atrapadas en redes de pesca, ingieren plástico y mueren, se perturban sus sitios de nidificación y les roban los huevos. Las tortugas laúd son particularmente vulnerables al plástico. Como gran parte de su dieta son medusas vivas, y el gusto no es un diferenciador para ellas, las tortugas laúd tienden a pensar que las bolsas de plástico que flotan y se degradan son comida. Tragarse una bolsa puede causar una obstrucción fatal en el estómago. O la tortuga puede ahogarse con la bolsa de plástico, incapaz de tragar o respirar. Las tortugas marinas laúd ahora se consideran una especie vulnerable.

Ves plástico, Quinas ve comida.

Quinas fue solo otra tortuga desafortunada cuando quedó atrapada en redes de pesca y cables el 20 de junio. Cuando lo encontraron, justo en la costa de Meia Praia, Lagos, había líneas de pesca enrolladas alrededor de sus aletas y de su cuello. Las tortugas marinas pueden morir bastante rápido cuando esto sucede, por agotamiento y ahogamiento. Pero Quinas tuvo suerte: quedó atrapado en las líneas cerca de la superficie, durante el día y lo suficientemente cerca de la costa como para ser visto por barcos que pasaban. Llamaron a los socorristas de la playa de Meia Praia que llamaron a la Policía Marítima y estos a su vez llamaron al equipo del centro de rescate y rehabilitación Porto d'Abrigo de Zoomarine. Y ahí es donde la suerte de Quinas realmente mejoró.

Zoomarine es una de las principales atracciones del Algarve, un fabuloso parque temático marino donde la diversión y el entretenimiento van de la mano con la educación ambiental y la conciencia. Sin embargo, los miles de personas que visitan Zoomarine cada año nunca ven, ni siquiera saben sobre lo que probablemente es el corazón latiente del parque: el Porto d'Abrigo. El centro de rehabilitación es donde se traen animales marinos y acuáticos en apuros para ser cuidados y rehabilitados, siempre con el objetivo de devolverlos a su entorno natural. El trabajo realizado en Porto d'Abrigo y todas las acciones de rescate y liberación para Quinas están totalmente financiados por Zoomarine, sin importar lo complejo. La primera preocupación es el bienestar del animal y el valor de salvar a un animal en peligro y devolverlo a su hogar natural supera las líneas de presupuesto. Las tortugas laúd, al ser criaturas tan grandes, son difíciles de rescatar, rehabilitar y liberar y muy pocos centros están preparados para asumir el trabajo y los costos implicados cuando el resultado es tan incierto.



Quinas fue transportado a Porto d'Abrigo el 20 de junio. Estaba débil y tenía múltiples cortes y abrasiones en su piel. Con un peso de alrededor de 300 kg, Quinas era un paciente bastante grande y el equipo de Zoomarine, dirigido por el biólogo marino Élio Vicente, tuvo que crear condiciones especiales para que pudiera recuperarse. Las tortugas laúd se llaman así precisamente porque tienen una piel tipo cuero en su espalda, no un caparazón duro, como otras especies de tortugas, y la piel puede cortarse y dañarse. Las tortugas laúd también se diferencian en que casi siempre están en movimiento, nadando constantemente. Para proteger la piel de Quinas mientras se recuperaba en el tanque, el equipo ideó un arnés innovador y unos "guantes" especialmente hechos para sus aletas, que permitieron a Quinas seguir nadando y al mismo tiempo proteger su piel.

Además de tratar sus lesiones cuando llegó a Porto d'Abrigo, mantener a Quinas alimentado e hidratado era vital. Las tortugas laúd comen pescado, calamares, erizos de mar, pero su plato favorito son las medusas vivas y Quinas pronto mostró esa preferencia al equipo, sin mostrar interés alguno en los calamares que le dieron inicialmente. Las medusas vivas fueron traídas especialmente de los estuarios del Sado y Guadiana y pronto Quinas estaba comiendo bien y en camino hacia la recuperación.



Después de 49 días en Porto d'Abrigo era el momento de regresar al océano. Se construyó una caja especial para facilitar su liberación y se bajó por grúa al océano, a unas 12 millas náuticas al sur de Portimão. La caja estaba diseñada para hundirse, pero en el interior la caja de esponja revestida de pvc no se hundiría. Entonces, cuando la caja fue bajada al océano y comenzó a llenarse de agua, la caja interna de esponja, donde estaba Quinas, se mantuvo cerca de la superficie. Todo lo que Quinas tenía que hacer era simplemente nadar lejos. Y eso es exactamente lo que hizo. A pesar del ruido del barco de la Marina portuguesa que transportaba a Quinas, a pesar del estrés del viaje y la emoción de la liberación, Quinas fue, según Élio Vicente, quien acompañó su odisea, muy tranquilo y calmado al ser devuelto a su propio mundo.

Mientras estaba en Porto d'Abrigo, a Quinas se le colocó un rastreador que se espera transmita durante al menos 18 meses, posiblemente más de 2 años. Hasta la fecha, Quinas ha recorrido más de 800 km, nadando en dirección sur y actualmente está cerca de las Islas Canarias. Parece no estar nadando sin rumbo, sino que parece tener una ruta o destino. Esperemos que tenga muchos años de vida sin incidentes, sin redes de pesca ni plástico por delante.

 

Quinas no es el primero, ni será el último, animal en ser rescatado y rehabilitado en Porto d'Abrigo. Además de ayudar a animales en peligro como Quinas, otras criaturas como nutrias y tortugas de agua dulce son visitantes habituales. Visite el sitio web de Together We Protect para obtener información completa.